“Aprendizajes de la primera carrera del 2024.”

El domingo 25 de febrero se celebró la carrera de empresas de Torrelavega. Se competía en grupos de 4 personas de la misma empresa, y había dos distancias, 5 o 10 kms. Yo me apunté a la distancia de 10 km.

Esta era mi primera carrera del 2024, así que me encontraba ansioso por ver mi progreso. Aunque no tenía claro qué iba a hacer, si competir a mi máximo nivel desde el inicio o correr a un ritmo medio controlado para progresivamente aumentar el ritmo.

El día de la carrera, un miembro del equipo se enfermó, con lo cual automáticamente estábamos descalificados. Debido a esto, decidí que no correría a mi máximo nivel, ya que no obtendría ningún premio o reconocimiento por todo el esfuerzo que haría. Además, así no corría el riesgo de lesionarme y guardaba fuerzas para la siguiente carrera.

En el bloque de salida me posicioné en la parte media, y en cuanto inicio la carrera avancé rápidamente a las posiciones delanteras. No sentí que estuviera corriendo a un ritmo rápido, pero luego del primer kilómetro y ver mi reloj, me di cuenta de que iba más rápido de lo que quería, así que decidí disminuir el ritmo y mantenerlo un par de kilómetros, a pesar de que algunos corredores me superaran.

En mitad de la carrera sentí que tenía fuerza en las piernas y pulmones, con lo cual aproveché para avanzar unas cuantas posiciones más, para luego volver a reducir el ritmo y mantenerlo otro par de kilómetros. Aquí noté como algunos corredores que antes me habían superado, tenían cara de fatiga y dificultad para respirar.

En el último kilómetro de la carrera, empecé a notar la fatiga pulmonar y pesadez de las piernas, pero sorprendentemente aún sentía fuerza mental para apretar un poco más. Así que, decidí que este último kilómetro lo haría a la mayor potencia y velocidad posible. Gracias a esto, gané unas cuantas posiciones, pudiendo superar a corredores que iniciaron en las primeras posiciones, pero que poco a poco se fueron quedando atrás.

En conclusión, hay dos aprendizajes de esta carrera. Primero, debido a que no corrí a mi máximo nivel, no sufrí, sino todo lo contrario. Es una de las carreras que más he disfrutado, ya que encontré satisfacción personal en sentir fuerza física y metal para superar a corredores que anteriormente me habían superado. Segundo, es mejor ir “lento”, pero seguro, en mi caso, considero que es mejor iniciar a un ritmo medio y que se pueda controlar, para que de esta forma, si las condiciones lo permiten, podamos dar todo nuestro potencial luego de la mitad de la carrera.